Vivenda entre medianeiras

Vivienda entre medianeras, Sar

Ficha técnica

Autores:

Ansede Quintáns Arquitectos

(Cristina Ansede y Alberto Quntáns)

Arquitecto técnico:

Gustavo Ríos Sánchez y Melchor Nogueira Uzal

Empresas madera:

Rebordelo, Según Rey, SieroLam 

Promotor:

Privado

Constructora:

Trabecón S.L.

Situación:

Santiago de Compostela

Año:

2020

Superficie:

180 m2

Fotografía:

Luis Díaz Díaz

Descripción

Los arquitectos se encuentran una construcción enterrada en su parte posterior, de dos plantas, con fachadas a la calle y una larga parcela pendiente hacia parte posterior. La normativa permitía ampliar el fondo edificable al doble y construir un anexo en la parcela.

Los arquitectos decidieron emplear esta ampliación para introducir luz hacia la parte posterior de la vivienda. Con la construcción del anexo en la planta baja se crea un patio con el que se vuelve a la planta baja y a través del cual, entra luz y aire en la planta en la que era más difícil conseguirlo.

La planta alta y la planta bajo cubierta se construyen sobre el volumen original, dejando un espacio vacío en el punto a partir del cual, la casa se amplía. De esta forma, es posible leer hasta donde llegaba la casa original y qué es ampliación. Algo que los autores consideran muy interesante en cualquier intervención sobre cascos históricos para no perder la lectura histórica de los inmuebles.

A través de la grieta en el punto en el que termina la vivienda original, se articula una escalera que une las tres plantas y un patio a través del cual, ventilan estancias y consiguen una vista cruzada de toda la longitud de la parcela, lo que da una sensación de mayor amplitud.

En la parcela se crean terrazas hasta su parte alta, formando así plataformas de uso y cultivo en una parcela con una fuerte pendiente.

Por usos, la vivienda se distribuye de la siguiente forma: salón, comedor, cocina, baño y espacio auxiliar en planta baja, tres dormitorios y un baño en planta primera y un espacio polivalente con otro baño en planta bajo cubierta.

Se conservaron los muros de piedra y el resto, se construyó con madera de castaño maciza. Las vigas, suelos, carpintería (castaño laminado) e, incluso, mobiliario. Todo tratado con protecciones transpirables y detalles constructivos que garantizan un correcto intercambio de humedad con el ambiente. En el caso del patio, se empleó en fachada de madera termotratada de pendiente trasventilada. 

Retos constructivos de la obra:

Cuando llegaron a la intervención, los arquitectos se encontraron con una ruina que estaba semi enterrada. El objetivo principal era conseguir meter luz, por eso se excavó para atrás.

Al principio, la excavación fue complicada ya que eran conocedores del tipo de terreno que tenían. Trabajar entre medianeras, donde hay terreno a ambos lados, es realmente complicado.

Para los arquitectos, la empresa constructora jugó un papel fundamental, siendo capaz de llevar la obra hasta el final. El vaciado fue importante. Se trató de 27 metros de altura y una profundidad de seis metros respeto a la fachada de atrás. 

La madera jugó un papel fundamental en todo el proyecto, conformando toda la estructura que no son muros de piedra.